El número de migrantes que murieron intentando cruzar el Mediterráneo este año ya llegó a 3.800, un nuevo récord histórico, anunció ayer el Alto Comisionado para los Refugiados de las Naciones Unidas (Acnur). El año pasado, el saldo total fue de 3.771.
“Podemos confirmar que al menos 3.800 personas murieron o desaparecieron en el mar Mediterráneo desde principios de año, el balance más alto registrado hasta ahora”, declaró William Spindler, portavoz del Acnur.
Ese nivel tan elevado de muertes se produce a pesar de la disminución de los que intentan cruzar el Mediterráneo. En 2015 más de un millón intentaron el peligroso cruce, este año lo han intentado 330.000. Esta fuerte caída se debe en particular al controvertido acuerdo de marzo entre Turquía y la UE para frenar las llegadas de migrantes a las costas griegas.
El porcentaje de muertes pasó de 1 por cada 269 migrantes a 1 por cada 88 en 2016, destacó Spindler. “En la ruta mediterránea central entre Libia e Italia, la tasa de muertes es aún más elevada, 1 por cada 47 llegadas”, explicó.
Los traficantes de humanos utilizan en estos momentos barcos de poca calidad y cargadas de miles de personas sin ningún tipo de protección.
En la ruta, la mortalidad es provocada por naufragios masivos de embarcaciones de madera. Muchos caen al agua cuando los botes se desinflan, otros mueren asfixiados por las emanaciones de combustible o la masa de pasajeros, por golpes de otros migrantes que buscan hacerse un lugar, ahogados en el fondo de los botes, quemados por la mezcla de gasolina y agua marina o por hipotermia. (I)
No hay comentarios:
Publicar un comentario