Al menos 38 personas murieron en el devastador sismo que sacudió la madrugada del miércoles dos regiones del centro de Italia, un número destinado a aumentar mientras equipos de rescate buscan sobrevivientes entre los escombros de las localidades devastadas.
El balance oficial de muertos sube de hora en hora ya que hay mucha gente bajo los cúmulos de piedra así como muchos desaparecidos, según explicó a la prensa Immacolata Postiglioni, responsable de las operaciones urgentes de la Protección Civil. "Desafortunadamente la cifra podría cambiar", reconoció.
Decenas de socorristas, policías y voluntarios trabajan sin descanso en las pequeñas localidades de Amatrice y Accumoli, en la región del Lacio, y Arquata del Tronto, en la región de Marcas, las tres más afectadas por el sismo, para extraer personas de los escombros y cúmulos de piedra.
El terremoto, que se sintió en Roma y Venecia, despertó a la población a las 03:30 local (01:30 GMT).
El epicentro fue localizado cerca de Norcia, una ciudad de la región de Umbría, a unos 150 km de Roma, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Los heridos más graves están siendo evacuados a la capital de la provincia, Rieti, así como a hospitales de Roma y Florencia en helicópteros.
Pequeños poblados
Las autoridades nacionales decidieron movilizar al Ejército para las labores de rescate, que resultan particularmente complicadas debido a que se trata de pequeñas localidades en medio de las montañas que quedaron casi destruidas.
El jefe de la Protección Civil, Fabrizio Curcio, confirmó a la prensa que "muchos edificios quedaron destruidos" en muchas localidades y que se teme por la vida de sus habitantes.
Las imágenes que transmite la televisión resultan dramáticas, con montañas de piedra, derrumbes, edificios agrietados y casas reventadas por el movimiento telúrico.
Según la agencia italiana de noticias AGI al menos cien personas están desaparecidos bajo los escombros.
Buena parte de los habitantes de las localidades más afectadas deambula por las calles, sin casa, completamente choqueada.
Relatos
"Mi hermana y mi hermano están bajo los escombros. No dan señal de vida. Se oyen sólo los gatos", lamentó angustiado a la AFP Guido Bordo, de 69 años, mientras espera en Accumoli noticias sobre sus familiares.
Los operadores piden continuamente silencio para poder escuchar los lamentos, gritos y señales de manera de escarbar y hurgar para intentar salvarlos.
Una familia entera, dos adultos y dos hijos, que se encontraban de vacaciones en ese localidad perdió la vida en el sismo.
"Me salvé de milagro. Diez segundos fueron suficientes para destruir todo", contó Marco, habitante de Amatrice, al diario La Repubblica.
Las agujas del reloj del antiguo campanario de su pueblo, uno de los pocos monumentos que sobrevivió, marca aún las 3H30, la hora del fatídico sismo.
El alcalde del pequeño poblado de Accumoli, Sergio Pirozzi, contó que su comuna, situada a 40 km del epicentro, quedó completamente destruido.
"Tres cuartos del pueblo no existe más", lamentó conmovido tras confirmar daños en el hospital local.
Turistas
Numerosos turistas se encontraban en la región para participar en las fiestas que cada año Amatrice organiza con ocasión de la creación de una célebre receta de espaghetti.
"Los hoteles estaban todos llenos", explicó el alcalde.
Se trata además de una de las zonas con más riesgo sísmico de Italia, país que posee una geología muy particular.
Varias réplicas pudieron sentirse durante el resto de la noche, una de 3,9 grados en la provincia de Perugia y otra más fuerte de 5,3, que nuevamente se sintió en Roma, hacia las 04h30 locales.
El papa Francisco interrumpió su tradicional audiencia de los miércoles para manifestar su dolor y cercanía por las víctimas y reconoció que quedó "perturbado" por la noticia.
El centro de Italia sufrió hace siete años, en mitad de la noche, un fuerte terremoto de 6,3 grados que provocó mas de 300 muertos en la región de Acquila. (I)
No hay comentarios:
Publicar un comentario