El Gobierno expresó en un comunicado que condena los acontecimientos políticos acaecidos en Brasil, que en las últimas horas ejecutó la separación definitiva de su cargo en la Presidencia a Dilma Rousseff.
La Cancillería ecuatoriana calificó la acción de "espurio procedimiento de destitución" que no habría cumplido con el requisito de probar que la mandataria haya cometido delitos de responsabilidad. Además, indica que no se puede pasar por alto el hecho de que algunos de los decisores en el juicio político son investigados por actos de corrupción.
Por su parte, el presidente Rafael Correa manifestó en Twitter que el embajador de Ecuador en Brasil será retirado de ese país como símbolo de rechazo a la medida.
El boletín señala que se "rechaza la flagrante subversión del orden democrático en Brasil, que considera un golpe de Estado solapado. Políticos adversarios y otras fuerzas de oposición se confabularon contra la democracia para desestabilizar al Gobierno y remover de su cargo de forma ilegítima a la presidenta Dilma Rousseff".
Ante esto, el Gobierno ecuatoriano ha decidido llamar a consultas al encargado de negocios de Brasil, ya que la medida "supone un serio riesgo para la estabilidad de la región y constituye un grave retroceso en la consolidación de la democracia". (I)
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